¿Cómo manejar el estrés diario?
Ya sean los acontecimientos recientes o el ritmo de vida que nos imponen, la sociedad en la que vivimos es propicia para el estrés. Y este último es generalizado, afecta a la mayoría de las personas y, a veces, de manera problemática.
El estrés, cuando se desencadena durante períodos cortos ante situaciones excepcionales, es bastante natural. Pero a largo plazo, esto puede tener consecuencias perjudiciales para nuestro estado de ánimo y nuestra mente, ¡pero también para nuestro cuerpo!
Tanto si eres muy sensible como si estás más relajado, aprendamos juntos a diferenciar el estrés positivo del negativo, y exploremos las posibilidades que tenemos para combatir este último...
Estrés: ¿positivo o negativo?
Es fundamental saber que si el estrés es una reacción totalmente natural, puede ser de dos tipos. el estrés positivo, que no plantea ningún problema y sólo tendrá efectos beneficiosos, y su inclinación negativa; que no es adecuado para él, y tendrá efectos nocivos.
El estrés positivo es una respuesta completamente natural del cuerpo a un nuevo estímulo (por ejemplo, una nueva tarea que hacer o un entorno desconocido). Crea una presión temporal que nos ayuda a potenciar nuestras capacidades intelectuales: concentración, memoria, capacidad de aprendizaje… para reaccionar mejor ante la situación estresante.
El estrés negativo, por otro lado, no necesariamente aparece ante una situación específica. Y sobre todo, tiene la desafortunada tendencia a extenderse y asentarse con el tiempo. A menudo es causado por la acumulación de situaciones percibidas como peligrosas o que provocan ansiedad, y es muy común en estos días.
Lejos de ayudarnos a mejorar nuestras capacidades, este mal estrés repercute negativamente en nuestro estado de ánimo, pudiendo así repercutir en otros ámbitos de nuestra vida y crear un efecto bola de nieve... También es fuente de trastornos digestivos, dolores o insomnio. En definitiva, este estrés que nos amenaza en el día a día debe ser absolutamente combatido. Y para eso, ¡aquí hay algunos consejos para aplicar tan pronto como sientas que el estrés negativo te invade!
¿Cómo aliviar el estrés?
El primer paso para eliminar el estrés es determinar de dónde viene, para poder atacarlo en su origen lidiando con los motivos de su aparición. Para ello, puedes hacerte unas sencillas preguntas:
- ¿En qué situaciones específicas te sientes más estresado?
- ¿Cuáles son las áreas de tu vida que te causan más ansiedad?
- ¿Sabes por qué?
Una vez que haya identificado sus principales fuentes de estrés, puede determinar qué estrategias implementar para calmar o incluso eliminar esta ansiedad.
Fácil de decir, mucho menos de aplicar, se podría decir. Sin embargo, es importante explorar, entre tus fuentes de estrés, cuáles eres capaz de eliminar más de tu vida diaria. Un cambio de ambiente, o de hábitos, quizás pueda limitar o eliminar ciertas situaciones particularmente estresantes que has identificado. Algunos elementos pueden parecer insignificantes; sin embargo, tomados de principio a fin, su ausencia podría reducir considerablemente el potencial que provoca ansiedad en su vida diaria.
A pesar de esto, hay ciertos aspectos de nuestras vidas que no podemos controlar ni cambiar. Frente a estos, ¡otras estrategias están a tu disposición para enfrentarlos!
He aquí uno de los mejores métodos relacionados con la respiración para reducir el estrés: la coherencia cardíaca. Muy simple de configurar, le permitirá reenfocar y reducir los síntomas físicos relacionados con el estrés, para recuperar el control de la situación. Ve a un lugar tranquilo, solo si es posible, y solo concéntrate en tu respiración. Inhale durante unos segundos, luego sostenga durante unos segundos. Exhale durante unos segundos, luego bloquee nuevamente. Continúe durante unos minutos, hasta que sienta que su respiración y su ritmo cardíaco se calman.
Tómate un tiempo para ti cada semana y dedícalo a una actividad que disfrutes. Las actividades deportivas o creativas suelen ser una buena opción, porque te permiten concentrarte en un objetivo y, por lo tanto, olvidarte de los pensamientos preocupantes. Además, hacen que el cuerpo produzca endorfinas y dopamina, hormonas esenciales para la sensación de calma y bienestar.
Discutir y hablar sobre lo que nos estresa es una buena manera de liberar pensamientos negativos. Para expresar tus sentimientos, lo importante es tener a alguien de confianza con quien puedas compartir tus malestares y las situaciones que te estresan. Ya sea que esta persona pueda aportar soluciones o no, el acto de externalizar siempre será un primer paso hacia el apaciguamiento.
Esta persona de confianza puede ser alguien de tus amigos o de tu familia, pero también puedes optar por hablar con tu médico, o con un terapeuta especializado que podrá aconsejarte mejor y escucharte atentamente.
En conclusión, aprender a gestionar el estrés negativo que nos puede invadir es un auténtico trabajo sobre uno mismo, que es muy importante realizar. Tómese un tiempo para usted, para identificar sus fuentes de estrés y establezca estrategias para reducir o incluso eliminar cada una de ellas. Para serenidad para ti!
No importa cuánto tiempo tome, qué ayudas necesitará; hay soluciones, y pueden ayudarte a superar el estrés negativo de la vida cotidiana, a mantener solo el estrés positivo, de vez en cuando, ¡que te impulsará y te permitirá superarte a ti mismo!
merci pour votre article cela me fait beaucoup de bien après le décès de mon mari ,il y a 1 mois . namasté