Originalmente el término "mantra"proviene del sánscrito, utilizado en el hinduismo y el budismo para designar una oración repetida frecuentemente durante la meditación.
mantra: Fórmula sagrada dotada de poder espiritual.
¿Alguna vez has oído hablar de los mantras?
Ya sea que la respuesta sea sí o no, ¡estas frases que escuchamos repetir en nuestra cabeza son parte de todas nuestras vidas!
Puede que sea consciente o no, pero estas frases nos pasan por la cabeza tantas veces que nos convencemos de ellas, y eso influye mucho en nuestra forma de ser y en nuestras decisiones…
Tal vez tengas la suerte de tener solo mantras positivos: Mi vida es buena, soy un ganador… ? Desafortunadamente, muy a menudo escuchamos y nos repetimos frases mucho más negativas: No soy guapa. Nada funciona para mí. no tengo las habilidades...
¿Y si revertimos la tendencia? ¿Qué tal si eliminamos estas frases que nos debilitan, para reemplazarlas por afirmaciones positivas y/o mantras que nos animen, nos ayuden a recuperar la confianza en nosotros mismos, a sentirnos menos estresados? ¿Frases que simplemente nos harían felices?
Los mantras, al igual que las afirmaciones positivas, son una poderosa herramienta terapéutica.
Entre otras cosas, repetirse un mantra ayuda a calmar la mente al promover el enfoque y reducir las distracciones, bloqueando así el estrés y los sentimientos negativos a través de la liberación de endorfinas.
En otras palabras, ¡Un mantra naturalmente te pone en un estado mental más positivo!
¿Qué pasaría si el secreto para lograr tu mejor yo fuera un mantra práctico? Un mensaje positivo enviado a tu mente para dirigir tus pensamientos hacia la alegría y el éxito. Tendemos a creer lo que decimos en voz alta; y porque nuestra mente sigue nuestras palabras.
Es casi imposible gritar" ¡Me siento fantastico! y estar deprimido al mismo tiempo, o dudar de nosotros mismos cuando nuestro mantra nos recuerda todo el día: Cree en ti, La vida es bella, Todo lo que necesito está dentro de mí !
Puedes usar mantras o afirmaciones positivas a lo largo del día como un recordatorio constante, para motivarte a cambiar o no rendirte, o en situaciones particulares en las que sientas que los necesitas. La clave es encontrar los mantras que te hablen, que tengan sentido para ti y que tengan un impacto realmente positivo a diario.
Aquí hay unos ejemplos: Tengo un sueño. Sólo sonríe. Haz que hoy cuente…
El siguiente paso será tenerlas siempre presentes, o a la mano, y repetirlas para convencerte. Así que memoriza los más importantes para ti y mantenlos cerca de ti: ¿por qué no tenerlos siempre en tu muñeca, en un brazalete que te recordará quién quieres ser y qué quieres lograr?
Sé el motor de tu propio cambio, para pasar la página de un nuevo capítulo en tu vida. Un capítulo en el que lo negativo ya no tiene cabida, en el que experimentas lo mejor de ti mismo.
Entonces… ¿cuál es tu mantra?
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